Son increíbles las cosas negativas que pudiéramos evitar en nuestras
vidas si tuviéramos el carácter para decir NO. pero a veces el deseo de
aceptación social, nos puede llevar por senderos peligrosos. Fue lo que ocurrió
en el verano de 1985 en el colegio “Torres Fuentes” de la ciudad de
Milagro. Cuando varios alumnos hallaron el cuerpo de una joven en
el piso con su cabeza destrozada del impacto. Según las versiones del hecho, la
chica se había suicidado lanzándose del tercer piso, aunque una extraña marca
en su brazo nos mostraría lo contrario.
Unos días antes de su muerte, Vanessa Ríos se encontraba en el patio
del colegio sentada debajo de un árbol estudiando, era buena alumna aunque
solitaria y aislada. A lo lejos vio un grupo de compañeras apiñadas una tras
otra como si tratasen de ocultar algo. Su curiosidad fue intensa. Cerró sus
libros y camino hacia ellas. Su delgada contextura le permitió adentrarse en el
grupo hasta que pudo ver lo que pasaba. En medio estaban cinco de sus
compañeras leyendo un extraño libro diabólico, que explicaba cómo usar la tabla OUIJA para
comunicarse con espíritus del infierno. Querían reunirse a las 12 de la noche
en el colegio y necesitaban voluntarias. Muchas chicas se retiraron al oír la
terrorífica idea, Sin embargo; Vanessa pensó que sería la oportunidad de
ser aceptada, así que se apuntó para la escalofriante reunión.
Ingresaron por la parte de atrás del colegio, con mucho cuidado
pasaron por los montes de la cancha de fútbol hasta que llegaron al
curso ubicado en el tercer piso. Colocaron velas iluminando el ambiente y se
sentaron todas alrededor de la tabla Ouija. Vanessa trataba de disimular su
miedo, aunque sus piernas delataban su terror – una vez comenzado el juego nadie debe romper el vínculo- dijo una de sus compañeras. Con
dicha advertencia pusieron sus dedos en el indicador y preguntaron – si algún espíritu esta entre nosotros danos una señal- al rato las bancas empezaron a
temblar y en el profundo silencio el aullido del perro guardián se escuchó,
calando el ambiente de terror al tiempo que el indicador empezó hacer
movimientos en círculo. No podían creer lo que estaban viendo – Quien eres- dijo otra compañera, el indicador
marco la frase letra por letra E.L
D.I.A.B.L.O la sangre se les enfrió de miedo - pregunta algo Vanessa- murmuraron. Con su cuerpo
tembloroso ella pregunto – que quieres- el indicador empezó a
volverse loco y a realizar movimientos bruscos – no rompan el circulo- gritaban,
cuando se detuvo, marco A.
T.I Fue cuando
aterrada Vanessa retiro sus manos y tiro la tabla por los suelos, quedando el
espíritu diabólico suelto.
Al día siguiente despertó y en su brazo izquierdo extrañamente
apareció el símbolo de lucifer el 666. Ya en el colegio no lograba concentrarse. Empezó a escuchar voces en
su cabeza que le decían - puedes volar…vamos vuela. Vuela…- repetía la voz incesante. Con su
mente en el limbo, se levantó de su banca ante la mirada trémula de sus
compañeras y su profesora quien le ordeno quedarse en su sitio. Sin hacer
caso camino lentamente saliendo del aula, – vuela, vuela puedes hacerlo- repetía la voz. Se puso
de pie en la baranda y extendió sus brazos. Ni los gritos desesperados de sus
compañeras evitaron que se lance al vacío, muriendo de contado. Allí; frente a
su cadáver las demás compañeras que estuvieron aquella noche se dieron
cuenta que la marca del 666 apareció también en ellas, fue cuando
supieron que la muerte las estaba esperando.